--Morir es
Alzar el vuelo
Sin alas
Sin ojos
Y sin cuerpo.
Elías Nandino
De Eternidad del polvo, 1970
miércoles, 31 de marzo de 2010
lunes, 29 de marzo de 2010
El-eva-me
Ayuda-me...
A volar con palabras de fuego.
El-éva-me...
Un millón de veces encima de mí.
Cógeme la cintura
y hazme flotar entre sogas de viento.
Prénde-me...
con dedos de polvo y miel
Cuélga-me...
en cola de estrella fugaz.
María Pons
A volar con palabras de fuego.
El-éva-me...
Un millón de veces encima de mí.
Cógeme la cintura
y hazme flotar entre sogas de viento.
Prénde-me...
con dedos de polvo y miel
Cuélga-me...
en cola de estrella fugaz.
María Pons
sábado, 27 de marzo de 2010
Ven a mí
Ven a mí, acércate,
acércate más, más cerca.
Dame tu mano
y por el camino de mi mano
pásate y éntrate en mi corazón.
Escucha lentamente para que
puedas entender estas palabras
que en mis labios tiemblan.
Verás mis palabras caer en el aire,
como si fueran pequeñas balsas
próximas a naufragar su contenido.
Acógelas.
Sé tú como una blanda orilla de mar
a donde mis palabras recalaran.
Acércate más, más cerca.
Dame tu mano.
En mis historias encontrarás
lo que es limpio, lo que es bello,
lo que transparente brota de mí
como una flor.
Acógelas, sé tú como una blanda orilla,
donde mis palabras recalaran.
Acércate más, más cerca.
Pero ¡ay de mí!, si estando tú
en mi corazón, yo abro los ojos
y te busco en el viento y en la nube,
y otra vez me encuentro solo,
completamente solo bajo el viento
Andrés Henestrosa
acércate más, más cerca.
Dame tu mano
y por el camino de mi mano
pásate y éntrate en mi corazón.
Escucha lentamente para que
puedas entender estas palabras
que en mis labios tiemblan.
Verás mis palabras caer en el aire,
como si fueran pequeñas balsas
próximas a naufragar su contenido.
Acógelas.
Sé tú como una blanda orilla de mar
a donde mis palabras recalaran.
Acércate más, más cerca.
Dame tu mano.
En mis historias encontrarás
lo que es limpio, lo que es bello,
lo que transparente brota de mí
como una flor.
Acógelas, sé tú como una blanda orilla,
donde mis palabras recalaran.
Acércate más, más cerca.
Pero ¡ay de mí!, si estando tú
en mi corazón, yo abro los ojos
y te busco en el viento y en la nube,
y otra vez me encuentro solo,
completamente solo bajo el viento
Andrés Henestrosa
martes, 23 de marzo de 2010
Semecoló!
Traigo tantita tristeza metida en el alma:
Sumida, encajada
como basurita en el ojo.
Astilla incrustada en el pelo.
La traigo...
Cargo, empujo, llevo
Abrigo, arrillo, consuelo.
Poquita tristeza:
Se me coló.
Encajuelada,
Envuelta para regalo
En el alma.
Sumida, encajada
como basurita en el ojo.
Astilla incrustada en el pelo.
La traigo...
Cargo, empujo, llevo
Abrigo, arrillo, consuelo.
Poquita tristeza:
Se me coló.
Encajuelada,
Envuelta para regalo
En el alma.
Poema de amor
Enamorados, nos enamora el pasto,
y los graneros, y los postes de luz,
las carreteras toda la noche abandonadas.
ROBERT BLY ~ Traducción de AURELIO ASIAIN
y los graneros, y los postes de luz,
las carreteras toda la noche abandonadas.
ROBERT BLY ~ Traducción de AURELIO ASIAIN
lunes, 22 de marzo de 2010
domingo, 21 de marzo de 2010
Espero curarme de ti
Espero curarme de ti en unos días.
Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte.
Es posible.
Siguiendo las prescripciones de la moral en turno.
Me receto tiempo, abstinencia, soledad.
¿Te parece bien que te quiera nada más una semana?
No es mucho, ni es poco, es bastante.
En una semana se pueden reunir todas las palabras de amor
que se han pronunciado sobre la tierra,
y se les puede prender fuego.
Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado.
Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor
están entre dos gentes que no se dicen nada.
Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y
subversivo del que ama.
Tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo:
"qué calor hace", "dame agua", "¿sabes manejar?,"se hizo de noche"...
Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he
dicho: "ya es tarde", y tú sabías que decía "te quiero".
Una semana más para reunir todo el amor del tiempo.
Para dártelo. Para que hagas con él lo que tú
quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura.
No sirve, es cierto.
Sólo quiero una semana para
entender las cosas. Porque ésto es muy parecido a
estar saliendo de un manicomio para entrar a un
panteón.
Jaime Sabines
Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte.
Es posible.
Siguiendo las prescripciones de la moral en turno.
Me receto tiempo, abstinencia, soledad.
¿Te parece bien que te quiera nada más una semana?
No es mucho, ni es poco, es bastante.
En una semana se pueden reunir todas las palabras de amor
que se han pronunciado sobre la tierra,
y se les puede prender fuego.
Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado.
Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor
están entre dos gentes que no se dicen nada.
Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y
subversivo del que ama.
Tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo:
"qué calor hace", "dame agua", "¿sabes manejar?,"se hizo de noche"...
Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he
dicho: "ya es tarde", y tú sabías que decía "te quiero".
Una semana más para reunir todo el amor del tiempo.
Para dártelo. Para que hagas con él lo que tú
quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura.
No sirve, es cierto.
Sólo quiero una semana para
entender las cosas. Porque ésto es muy parecido a
estar saliendo de un manicomio para entrar a un
panteón.
Jaime Sabines
Soplo
Te mando mi viento
en forma de brisa
de lluvia
de aliento
Te mando mi viento
de largas alas
y cortos brazos
Te mando mi viento
hasta que raspe tu cara
y desteja tu cuerpo
Te mando mi viento
en forma de nueve
para que alfombre
tu sueño
Te mando mi viento
para que te empuje
aunque sea
un
momento
Para E.
María Pons
en forma de brisa
de lluvia
de aliento
Te mando mi viento
de largas alas
y cortos brazos
Te mando mi viento
hasta que raspe tu cara
y desteja tu cuerpo
Te mando mi viento
en forma de nueve
para que alfombre
tu sueño
Te mando mi viento
para que te empuje
aunque sea
un
momento
Para E.
María Pons
sábado, 20 de marzo de 2010
El rey David
Estas piernas no logran ya sostenerme,
tan frágiles,
tan quebradizos se volvieron mis huesos.
Esta mano ya es incapaz de ser puño.
Nunca jamás volverá a alzar la espada
ni a disparar la honda contra el gigante.
Mi boca ya no muerde.
La abandonaron los dientes.
Todo mi cuerpo es descenso,
huída, caída
hacia la tumba que me está acechando.
Soy el pellejo colgando de un animal
que cazaron hace mil años.
En cambio qué tesura
la de tu piel, Abisag.
Qué esbeltez de tu talle
y qué firmeza tus senos
todo mi ser es como campo en invierno.
Tu juventud no me basta
para incendiar este frío.
Cómo es posible, mi niña,
que no te diga nada la palabra Goliat
y no sepas de mis hazañas.
Desde antes que nacieras fui el viejo rey,
no el adolescente
elegido por Dios para salvar a su pueblo.
¿Puedes creer que era como tú
y llegó a odiarme Saúl
porque mi joven gloria amenazaba su reino?
De mi triunfo en la guerra quedó la hierba
que alimentan los muertos de la batalla.
Se han olvidado mis salmos
y mi salterio está cubierto de polvo.
Es mejor que te vayas, Abisag.
Déjame a solas con la muerte.
JOSÉ EMILIO PACHECO
tan frágiles,
tan quebradizos se volvieron mis huesos.
Esta mano ya es incapaz de ser puño.
Nunca jamás volverá a alzar la espada
ni a disparar la honda contra el gigante.
Mi boca ya no muerde.
La abandonaron los dientes.
Todo mi cuerpo es descenso,
huída, caída
hacia la tumba que me está acechando.
Soy el pellejo colgando de un animal
que cazaron hace mil años.
En cambio qué tesura
la de tu piel, Abisag.
Qué esbeltez de tu talle
y qué firmeza tus senos
todo mi ser es como campo en invierno.
Tu juventud no me basta
para incendiar este frío.
Cómo es posible, mi niña,
que no te diga nada la palabra Goliat
y no sepas de mis hazañas.
Desde antes que nacieras fui el viejo rey,
no el adolescente
elegido por Dios para salvar a su pueblo.
¿Puedes creer que era como tú
y llegó a odiarme Saúl
porque mi joven gloria amenazaba su reino?
De mi triunfo en la guerra quedó la hierba
que alimentan los muertos de la batalla.
Se han olvidado mis salmos
y mi salterio está cubierto de polvo.
Es mejor que te vayas, Abisag.
Déjame a solas con la muerte.
JOSÉ EMILIO PACHECO
miércoles, 17 de marzo de 2010
A San Patricio
Cinco días seguidos ante tí desfilaré
¿será mejor conservar la fantasía que el recuerdo?
¿hacer a un lado la realidad en trapo
y cambiarla por plumero?
Tú,
esclavo
de espíritu inquieto
que buscando consuelo
a la mar huiste:
¿Me apresarías
por volverme a enamorar?
Tu voz espero.
Mientras...
tréboles de cuatro hojas adornarán mi pelo
y duendes arrullarán mi cuerpo:
De verde de-coro el alma
De verde mi mesa vestiré
hasta que compartir pueda
un sueño
u-no
"ayer".
María Pons
Cinco días seguidos ante tí desfilaré
¿será mejor conservar la fantasía que el recuerdo?
¿hacer a un lado la realidad en trapo
y cambiarla por plumero?
Tú,
esclavo
de espíritu inquieto
que buscando consuelo
a la mar huiste:
¿Me apresarías
por volverme a enamorar?
Tu voz espero.
Mientras...
tréboles de cuatro hojas adornarán mi pelo
y duendes arrullarán mi cuerpo:
De verde de-coro el alma
De verde mi mesa vestiré
hasta que compartir pueda
un sueño
u-no
"ayer".
María Pons
domingo, 14 de marzo de 2010
Tres poemas
Quítate el lenguaje
ahora que el hombre no está.
Deja de hablar para ver quién eres,
quítate aquí, ahora que nadie es,
o sea, estría en la vidriera para que nadie
te vea. El lenguaje:
quítatelo. Allá en los morros,
déjate la mirra, está bien.
¿Pero aquí? Pienso, déjate
el incienso, que es demasiado.
A lenguaje dado lenguaje devuelto.
¿El destino? ¿El origen? El pelo suelto.
Que sea pájaro pero que sea verdad.
Faisán o terror nocturno pero verdadero.
No más imágenes por imágenes, por piedad,
por amor a los pies descalzos. Dame
dinero pero verdadero. Un árbol en Alejandría
para ir con Andrés. Somos espíritus viajeros.
Vino, veneno, venas, venablos. Hasta vocablos
de tu boca roja, manzanas del árbol del Paraíso,
hasta la próxima si lo deseas.
Hasta el siguiente pecado que nos guiará hacia el vicio
que nos salva del vácío, toda creación es sucia. Voy.
Un vaso de agua paura pero de verdad.
El poema es no es la manera de comenzar
un poema. Un poema no se comienza nunca,
únicamente se sigue. Ocurre mientras tanto
como un cualquiera que se presenta. No cualquiera´
se presenta. Spolo un poema se presenta
con credenciales del cielo. Sólo un poema se presenta
con credenciales del cielo siendo un cualquiera,
mandadas hacer a mano con la costura de los silencios
cosidos, con la modestia de una modista de trastienda,
tímida, detrás de ti, cara detrás de la cortina porqué,
si es la hermosura en persona. Esos pechos, son muslos,
esas caderas de caerse adentro no son para esconderse detrás
de un parpadeo, de un sol rojo en las mejillas, de un oscuro
sentimiento de estrella sin futuro.
EDUARDO MILÁN
ahora que el hombre no está.
Deja de hablar para ver quién eres,
quítate aquí, ahora que nadie es,
o sea, estría en la vidriera para que nadie
te vea. El lenguaje:
quítatelo. Allá en los morros,
déjate la mirra, está bien.
¿Pero aquí? Pienso, déjate
el incienso, que es demasiado.
A lenguaje dado lenguaje devuelto.
¿El destino? ¿El origen? El pelo suelto.
Que sea pájaro pero que sea verdad.
Faisán o terror nocturno pero verdadero.
No más imágenes por imágenes, por piedad,
por amor a los pies descalzos. Dame
dinero pero verdadero. Un árbol en Alejandría
para ir con Andrés. Somos espíritus viajeros.
Vino, veneno, venas, venablos. Hasta vocablos
de tu boca roja, manzanas del árbol del Paraíso,
hasta la próxima si lo deseas.
Hasta el siguiente pecado que nos guiará hacia el vicio
que nos salva del vácío, toda creación es sucia. Voy.
Un vaso de agua paura pero de verdad.
El poema es no es la manera de comenzar
un poema. Un poema no se comienza nunca,
únicamente se sigue. Ocurre mientras tanto
como un cualquiera que se presenta. No cualquiera´
se presenta. Spolo un poema se presenta
con credenciales del cielo. Sólo un poema se presenta
con credenciales del cielo siendo un cualquiera,
mandadas hacer a mano con la costura de los silencios
cosidos, con la modestia de una modista de trastienda,
tímida, detrás de ti, cara detrás de la cortina porqué,
si es la hermosura en persona. Esos pechos, son muslos,
esas caderas de caerse adentro no son para esconderse detrás
de un parpadeo, de un sol rojo en las mejillas, de un oscuro
sentimiento de estrella sin futuro.
EDUARDO MILÁN
sábado, 13 de marzo de 2010
Determina que prevalezca la razón contra el gusto
Al que ingrato me deja, busco amante;
al que amante me sigue, dejo ingrata;
constante adoro a quien mi amor maltrata;
maltrato a quien mi amor busca constante.
Al que trato de amor hallo diamante;
y soy diamante al que de amor me trata;
triunfante quiero ver al que me mata
y mato a quien me quiere ver triunfante.
Si a este pago, padece mi deseo:
si ruego a a quél, mi pundonor enojo
de entrambos modos infeliz me veo.
Pero yo por mejor partido escojo
de quien no quiero, ser violento empleo,
que de quien no me quiere, vil despojo.
SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ
al que amante me sigue, dejo ingrata;
constante adoro a quien mi amor maltrata;
maltrato a quien mi amor busca constante.
Al que trato de amor hallo diamante;
y soy diamante al que de amor me trata;
triunfante quiero ver al que me mata
y mato a quien me quiere ver triunfante.
Si a este pago, padece mi deseo:
si ruego a a quél, mi pundonor enojo
de entrambos modos infeliz me veo.
Pero yo por mejor partido escojo
de quien no quiero, ser violento empleo,
que de quien no me quiere, vil despojo.
SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ
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